El seguro rechaza el siniestro, ¿por qué?
Tras sufrir un accidente de tráfico y dar parte a su aseguradora, se abre un expediente en el departamento de siniestros de ésta y se procede a hacer una serie de comprobaciones respecto a la cobertura y pago de la póliza, dinámica del accidente, etc. A raiz de dicho estudio sucede en ocasiones que el seguro rechaza el siniestro, lo cual a veces tiene solución y otras no.
Las causas más habituales por las que el seguro rechaza el siniestro de un asegurado son:
- Porque el seguro no está en vigor. Pasa en ocasiones que el recibo del coche es devuelto por nuestro banco sin que nos demos cuenta, y averiguamos que estamos sin asegurar cuando el seguro rechaza el siniestro. Lo más probable ante esta situación es que corramos a nuestro agente a ponernos al día de pago, sólo para averiguar que una vez hemos tenido un siniestro la aseguradora bloqueará cualquier posibilidad de pago.
- Porque el conductor no es el asegurado ni cumple con los requisitos establecidos en póliza. Un caso típico es el del conductor menor de veinticinco años que conduce el coche de su padre y tiene un accidente. Si la culpa del siniestro es del chico, lo más habitual es que la aseguradora pague los daños causados a un tercero, pero luego demande a su asegurado por incumplimiento contractual. Si la culpa es de un tercero, la inacción de la aseguradora normalmente se limitará a no reclamar los daños, pero podrán recobrarlos contratando un abogado privado.
- Porque la cobertura que se pretende ejercitar no está cubierta. Muy pocas veces tenemos pleno conocimiento de qué cubre y qué no cubre nuestra póliza de auto o moto. Eso nos lleva -por ejemplo- a dar un parte porque se nos ha roto una luneta a consecuencia del impacto de una piedra sin ser conscientes de que no tenemos el vehículo asegurado por rotura de lunas. Por lo tanto, el seguro rechaza el siniestro por no tener dicha garantía contratada.
- Pero la causa más habitual -y también la más controvertida- por la que el seguro rechaza el siniestro de su asegurado o del contrario es cuando entienden que el accidente de tráfico no se ha producido como indican los intervinientes en el mismo, esto es, cuando la aseguradora sospecha que ha podido haber fraude de algún tipo. Esta semana, sin ir más lejos, cierta aseguradora contraria se ha negado a pagar las lesiones sufridas por nuestro cliente alegando que unos meses antes éste había tenido otro accidente similar y que los daños del vehículo del accidentado no eran especialmente importantes. Por supuesto, este tema acabará en un juicio, ya que por nuestra parte entendemos que el hecho de sufrir dos siniestros no debiera convertir a las personas en sospechosas de fraude. Lo peor del caso es que las compañía del lesionado, más pendiente de sus acuerdos con la aseguradora contraria que en defender los intereses de su asegurado, ha procedido a dejarle sin rehabilitación…sólo porque la contraria sospecha que puede tratarse de una tentativa de estafa.
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